Resiliencia: tu mejor aliada para afrontar la adversidad
Qué es la resiliencia
La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad, resistiendo el suceso y rehaciéndonos del mismo sin perder un nivel funcional de desenvolvernos en la vida cotidiana y sus actividades laborales, familiares y sociales.
A veces, la adversidad es manejable y solo nos provoca frustración y malestar porque nuestras expectativas y deseos se han truncado. En otras ocasiones, la adversidad tiene una magnitud de tanta intensidad -o se perpetúa a lo largo de un periodo de tiempo tan prolongado- que nos causa un dolor y sufrimiento intensos, generando a veces la aparición de un trastorno, como depresión, insomnio o incluso un trastorno de adaptación o de estrés postraumático.
Por tanto,
la resiliencia nos permite afrontar las situaciones adversas
sin pasar por un periodo de disfuncionalidad.
Factores clave asociados a la resiliencia
Hay una serie de factores clave asociados a la resiliencia y, desarrollarlos, contribuirá también a fortalecer nuestro nivel de resiliencia.
Entre estos factores se cuentan los siguientes:
la capacidad de autorregulación emocional
la capacidad de manejar el estrés
la capacidad de resolución de problemas
el sentido de autoeficacia que tiene cada persona
el nivel de optimismo
el estilo de apego
el autoconcepto
la calidad de la red social de apoyo
el sentido del humor
y, en cierto grado pero no de forma determinante, la herencia genética.
La herencia no es más que una pequeña parte influyente, ya que podemos aprender a ser resilientes con el ejemplo de nuestros padres, si ellos son resilientes, de una pareja, un maestro, un amigo… e incluso en el curso de una terapia psicológica.
Dos creencias erróneas sobre la resiliencia
Se nace resiliente o no-resiliente:
Es una creencia falsa ya que, como muchas capacidades humanas, la resiliencia es en gran medida aprendida, así que puede entrenarse y potenciarse a partir de cualquier momento.
Las emociones positivas son para los buenos momentos:
Esta creencia, debido a la relación de las emociones positivas con la resiliencia, perjudica el desarrollo de la misma pues las emociones positivas son un elemento clave para generar resiliencia y fortalecerla.
Cómo son las personas resilientes
Las personas resilientes tienen una serie de rasgos que las caracterizan y que, a la vez, las diferencian de las personas no resilientes.
Entre las características más relevantes de las personas resilientes tenemos las siguientes:
Las personas resilientes se preocupan menos que las no resilientes.
No consideran las situaciones adversas como amenazas, sino que las consideran retos afrontables.
En las personas resilientes los acontecimientos negativos –contratiempos, situaciones adversas, pérdidas…- tienen una repercusión desfavorable menor que en las personas no resilientes.
Son personas más centradas en el aquí y ahora, en vez de preocuparse por lo que pasará en el futuro o lamentarse de lo que ya ocurrió en el pasado.
Toman su momento presente tal como es, y son más amables y menos críticos con su presente que las personas no resilientes.
Tienen una mayor capacidad de aceptación de la adversidad.
Ante la adversidad, en vez de enfocarse fundamentalmente hacia lo negativo, saben distinguir entre los aspectos positivos y negativos de la situación y se concentran preferentemente en lo positivo.
Qué puedes hacer para ser una persona más resiliente
La buena noticia es que si no eres una persona resiliente ahora, puedes entrenarte para ganar resiliencia. Y si eres ya una persona resiliente, puedes seguir entrenándote para conseguir que tu resiliencia crezca y crezca cada vez más.
Cultiva tus emociones positivas
Según Barbara Fredrickson, pionera en la psicología positiva, las emociones positivas están estrechamente vinculadas a la resiliencia, en una relación dinámica en la que ambas se potencian. Es decir, cuanto más resiliente eres, más aprecias y conectas con tus emociones positivas; y a la inversa, cuanto más aprecias y conectas con tus emociones positivas, más resiliente eres.
Así pues, si te entrenas en dar un espacio para saborear tus emociones positivas a partir de ahora, más adelante notarás cómo tu resiliencia va en aumento. No es algo que surja de un día para otro, ni de repente, ni por practicar dos días, sino que la resiliencia se va construyendo poco a poco.
En definitiva, se trata de introducir algo de positividad en los momentos difíciles y, por supuesto, no dejar habitualmente el placer de lo positivo para después de las obligaciones. El sentido del humor puede ser un gran aliado y centrarse en encontrar estrategias de solución puede reducir el impacto del evento.
IMPORTANTE
Cultivar y saborear las emociones positivas
es un comportamiento beneficioso para
tu felicidad, tu bienestar personal y tu resiliencia.
Antes de continuar leyendo, reflexiona sobre lo siguiente: ¿Eres de los que espera a las vacaciones de verano para ser feliz, divertirse y descansar? O ¿eres de los que dedica cada día un rato a ello?
Observa tu diálogo interior
Cómo te hablas a ti mismo ante la adversidad, cuenta mucho para tu bienestar emocional y tu resiliencia.
Puedes decirte algo positivo y esperanzador como: “Esto pasará”, “soy capaz de afrontarlo”, “confío en mis recursos personales”, “no estoy solo en esto, otros han pasado por lo mismo y lo han superado”... Este diálogo interior tiene unos efectos muy diferentes a los que obtendremos al abordar la adversidad y los contratiempos con un diálogo crítico y destructivo: “Vaya inútil estoy hecho”, “No me merezco nada bueno”, “Soy un desgraciado”…
De nuevo, y antes de continuar, te propongo la siguiente reflexión: ¿Cómo te hablas a ti mismo en los momentos difíciles?
Pide ayuda a tu red de apoyo si lo necesitas
Hay situaciones en la vida que requieren de la compañía y el apoyo de nuestros seres queridos; y otras situaciones en las que el apoyo psicológico puede ser de gran ayuda. Valorar los recursos de los que se dispone, ya es en sí una actitud positiva ante la adversidad, los contratiempos y los retos que la vida nos pone en el camino.
Por ello, es imprescindible dedicar un tiempo en el día a día a construirnos una buena red de apoyo (amigos de confianza, personas con las que compartir aficiones, familia, conocer los recursos institucionales a nuestro alcance, grupos de apoyo, etc) .
Y cómo ya estarás esperando, aquí llega la nueva propuesta de reflexión: ¿Cómo es tu red de apoyo social?¿Te gustaría emplear más tiempo en ampliarla y fortalecerla?
Ahora descubre tu nivel de resiliencia
Si deseas saber cuál es tu nivel de resiliencia, puedes realizar el test de la app UPP!, app que encontrarás clicando la flecha roja.
Se trata de un test de 50 preguntas, elaborado por la neuropsiquiatra Rafaela Santos, presidenta del Instituto Español de Resiliencia.
Al finalizar el test, obtendrás tu puntuación y una explicación de su significado. Además, UPP! te orienta sobre cómo puedes seguir mejorando tu resiliencia.
Ah, y sí no lo haces ya, te invito a seguir mi blog “Tu vida es importante”, suscribiéndote, y así podrás recibir los nuevos artículos directamente en tu correo:
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