Cómo amamos en función del patrón de apego
Cada patrón de apego se asocia a un estilo de amar. Este modo de amar será de gran relevancia tanto en la relación de pareja y su devenir como en la satisfacción que cada uno de sus miembros percibirá en la relación con el otro significativo.
A continuación, de forma breve, describiré las características de la relación amorosa en función del patrón de apego.
Antes de continuar, si no lo hiciste ya y deseas saber cuál puede ser tu patrón de apego o el de tu pareja, puedes leer el artículo: ¿Te gustaría saber cuál es tu patrón de apego?, porque allí encontrarás las claves para averiguarlo.
Estilos de amar según el patrón de apego
Según Félix López (1997) los patrones de apego pueden ser considerados como prototipos de amar, de tal modo que favorecerán diferentes características en el estilo de amar a tu pareja y en el estilo en que tu pareja te amará a ti. Por supuesto se trata de tendencias y no de certezas.
Así pues,
El patrón de apego seguro se asocia a relaciones confiadas y positivas.
La persona se caracteriza por presentar una mayor autonomía previa a la relación, lo que implica que es más capaz de vivir sola y ser autónoma, y ello le otorga mayor libertad para elegir una pareja que le convenza para vivir de forma constructiva. Por consiguiente está en disposición de realizar una mejor selección de su pareja y un mejor establecimiento del vínculo. El vínculo se genera desde una confianza realista, y una intimidad y compromiso positivos.
Confía en la posibilidad de vivir en pareja de forma satisfactoria y muestra expectativas realistas. Se muestra segura y confiada hacia el vínculo de intimidad y compromiso que ha establecido y tiene menos temores respecto a aquél que las personas con otros patrones de apego.
En caso de separarse, presenta una mejor elaboración de la ruptura de pareja. Es capaz de romper la relación, si hay razones para ello, con mayor facilidad que las personas con apego ansioso-ambivalente y de mejor forma que las personas con apego evitativo. No por ello dejará de pasar por un proceso de duelo caracterizado por un profundo dolor, aunque suele rehacer mejor su vida que las personas con los otros dos patrones de apego.
El patrón de apego ansioso-ambivalente se asocia a relaciones dependientes, caracterizadas por la necesidad continua de que la pareja confirme su amor.
La persona con este patrón de apego muestra dificultades en su autonomía, se siente insegura, no soporta bien la soledad y le resulta difícil vivir sin pareja. Ello puede ocasionar una búsqueda precipitada de pareja con la consiguiente merma de calidad en la selección. Tiene miedo a no ser amada y miedo a ser abandonada una vez se ha establecido la relación afectiva. Y, al sentirse insegura, necesita la confirmación continuada de que sigue siendo amada.
El miedo a la pérdida le lleva a sentir celos infundados y ansiedad en las separaciones breves. Aunque considera que la relación amorosa es lo mejor que hay en la vida, no confía en que sea posible tal logro. Y puede ser que piense que se entrega al máximo mientras recibe menos de lo que se merece.
Este tipo de persona presenta una mayor dificultad para romper la relación, pues le da mucho miedo la soledad. En general, en la relación de pareja se muestra insegura e inestable emocionalmente.
El patrón de apego evitativo se asocia a relaciones desconfiadas y distantes.
La persona con apego evitativo presenta una pseudo-autonomía emocional: aparenta ser capaz de estar sola pero en realidad se trata de una autonomía defensiva y, en consecuencia, se muestra dura e insensible.
Tiene miedo a la intimidad emocional y a la expresión de las emociones, así como a compartir asuntos muy personales. Por lo anterior, le resulta difícil establecer relaciones y le cuesta tomar la decisión de formar pareja ya que puede llegar a percibir tal relación como una amenaza a su intimidad, lo que le genera incomodidad y malestar. Una vez establece una relación tiende a ser fría y distante, a permitir poca intimidad y pocas manifestaciones afectivas. Además, le crea malestar que lo haga su pareja.
Presenta una aparente facilidad para romper la relación de pareja, aunque hay una inseguridad camuflada ante el prójimo ya que oculta la inseguridad básica, lo que le impide afrontar sus problemas afectivos de un modo adaptativo.
Lejos del determinismo…
…es importante saber que los nuevos hallazgos en neurociencia sobre la plasticidad neuronal indican que si bien las experiencias tempranas son cruciales para el modo en que la persona se percibirá a sí misma (en términos de autoestima) y a los demás (en términos de confianza), no se trata de modelos internos inmodificables ya que las relaciones significativas que iremos estableciendo a lo largo de nuestra vida tienen la capacidad de modular nuestra personalidad y el concepto que tenemos de nosotros mismos, así como el modo de percibir el mundo siempre y cuando estas relaciones nos aporten experiencias con una carga emocional intensa.
En consecuencia,
las relaciones de pareja son una oportunidad para reestructurar la identidad y tienen la capacidad de modular el patrón de apego que se formó durante la infancia temprana (Llovet, 2014).
Bibliografía
Gómez-Zapiain, J. (2009). Apego y sexualidad. Entre el vínculo afectivo y el deseo sexual. Madrid: Alianza Editorial.
López, F. (1997). Afecto y sexualidad. En J. Gómez-Zapiain (ed.). Avances en sexología. Bilbao: Servicio Editorial, Universidad del País Vasco.
Llovet, P. (2014). La connexió emocional de la parella. Des de la perspectiva psicoanalítica relacional. Barcelona: Ediciones Octaedro.