Estimulación sensorial prenatal
¿Sabías que durante el segundo trimestre de gestación los órganos sensoriales de tu hijo han empezado a funcionar? Si bien el desarrollo aún no es completo, tu hijo ya es capaz de percibir y discriminar estímulos y tiene cierta capacidad de aprendizaje.
Como la estimulación de las capacidades sensoriales y la motricidad son esenciales para el desarrollo cognitivo temprano, potenciar estas capacidades antes del nacimiento es una buena idea. Y, por supuesto, si tienes un embarazo complicado o de riesgo, no dudes en consultar con tu médico.
Cómo estimular sensorialmente a tu hijo durante el embarazo
Ahora te daré algunas ideas sencillas que puedes practicar cada día durante un rato para estimular los sentidos de tu hijo. En tu vida cotidiana encontrarás muchas más posibilidades y por ello tu creatividad personal será una gran aliada en esta fascinante tarea.
La primera clave es estimular cuando tu hijo esté preparado para recibir esta estimulación, ya que antes es inútil. Por ello, a continuación sabrás también cuándo es el momento de empezar a estimular un sentido.
Estimulación auditiva:
A partir de la semana 16 de gestación, el feto es capaz de percibir sonidos.
Crea un entorno sonoro agradable, sin ruidos estridentes y con música suave, rítmica y preferentemente con notas puras; con el sonido de tu voz (ya seas el padre o la madre), con palabras y frases sencillas, con sonidos naturales como el ruido del mar o sonidos mecánicos como el tintineo de una campana. En algunos casos, estos sonidos también pueden obtenerse a partir de una grabación, como sonidos de la naturaleza o la voz del padre que está de viaje por trabajo unos días.
Tu hijo no solo escucha los sonidos del exterior, sino que también es capaz de percibir los latidos del corazón de su madre.
Estimulación visual
A partir de la semana 16 de gestación, el feto es capaz de percibir la luz del exterior y responder a ella con movimientos. La luz traspasa el tejido abdominal de la madre, así como los párpados cerrados del feto. A partir de las 26 semanas tu hijo ya puede abrir los párpados.
Juega con una linterna moviendo la luz de derecha a izquierda, de arriba abajo, en círculos, en diagonal... despacio, muy despacio, con calma.
A esta luz le puedes poner filtros de colores jugando con el tono de la luminosidad que llegará al interior y mostrando ya a tu hijo formas geométricas básicas. A lo largo de la vida, estarás a su lado para enseñarle muchas cosas.
Estimulación táctil
A partir de la semana 7 de gestación empiezan a desarrollarse los primeros receptores táctiles alrededor de la boca. A las 32 semanas de gestación, la sensibilidad táctil del feto es completa.
Puedes acariciar el vientre de la madre, masajearlo con presión suave, con agua, dando golpecitos con los dedos, palmaditas suaves… y a través de las ondas del líquido amniótico tu hijo sentirá ese movimiento. Es además un modo de acariciar a tu hijo con amor, y es posible que responda con pataditas.
Además, el tacto te permite iniciar juegos interactivos con tu hijo. Por ejemplo, cuando tu hijo da una patada puedes responder realizando una ligera presión sobre tu vientre. Con el tiempo, cuando tú realices una presión sobre tu vientre, seguramente tu hijo responderá con una patada. Y así entablaréis una curiosa y entrañable comunicación táctil.
Estimulación vestibular
A partir de la semana 8 de gestación, empieza a desarrollarse la sensibilidad vestibular. A partir del mes 6 de gestación, se cree que ya se han instaurado sus funciones: el control del equilibrio, saber cuál es nuestra posición cuando estamos con los ojos cerrados…
Cuando caminas o nadas o haces algún tipo de ejercicio estás estimulando la sensibilidad vestibular de tu hijo, ya que al cambiar tú de posición también cambia la de tu hijo.
Ah, juega también con el suave balanceo de una mecedora y con un baile suave y lento a solas o con tu pareja.
En general observarás que tu hijo permanece quieto cuando te mueves y suele moverse cuando estás en reposo. Por ello, es importante llegar al justo equilibro entre reposo y movimiento para que tu hijo también pueda beneficiarse de un equilibrio en su descanso y su ejercicio.
Estimulación combinada o multisensorial
Por supuesto puedes combinar los estímulos anteriores a tu antojo.
Por ejemplo:
mientras escuchas música suave puedes masajear tu vientre para conseguir una estimulación auditiva-táctil
mientras haces ligeros movimientos circulares con una linterna sobre tu vientre puedes pronunciar la palabra "luz" y conseguirás una estimulación visual-auditiva
mientras hablas a tu bebé para decirle lo mucho que le quieres y las ganas que tienes de conocerlo, con una voz suave y cariñosa, tu pareja puede entonar la melodía de una canción y así ambos conseguiréis una estimulación auditiva-auditiva en una sinfonía parental al unísono…
Y para acabar…
es importante considerar que más no es sinónimo de mejor y que una sobreestimulación en vez de contribuir a mejorar el desarrollo de tu hijo puede resultarle estresante.
En definitiva, se trata de optimizar el desarrollo de tu hijo en el marco de las capacidades de este ser único y tan querido al que en poco tiempo darás la bienvenida.
Bibliografía
Lafuente, M. A., (2014). Intervención prenatal. En A. Gómez, P. Víguer, P., y M. J. Cantero (coords.). Intervención temprana. Desarrollo óptimo de 0 a 6 años (pp. 73-100). Madrid: Ediciones Pirámide.